PANORAMA DEL PERIODO I y II

 

PANORAMA DEL PERIODO I

https://es.slideshare.net/serbev/independencia-de-mexico-etapas
http://red.ilce.edu.mx/sitios/micrositios/16_sep_indepen_mex/index.html

Aprendizaje esperado: Ordena secuencialmente hechos y procesos desde el inicio del movimiento de Independencia hasta el fin del Porfiriato. Localiza las campañas militares de los insurgentes.

 

Énfasis: Ubicar temporal y espacialmente el inicio, desarrollo y consumación del movimiento de Independencia.

 

 

¿Qué vamos a aprender?

 

El propósito que guiará la sesión es: “Ubicar temporal y espacialmente el inicio, desarrollo y consumación del movimiento de Independencia”.

 

Recuerda realizar tus anotaciones y para ellos necesitas tu bolígrafo, cuaderno, y tu libro de texto por si deseas profundizar y ampliar tus conocimientos acerca del tema.

En nuestros días, la ceremonia del grito continúa ¿cómo conmemoran esta fecha en tu comunidad o entidad federativa? ¿Realizan alguna actividad en tu comunidad escolar o familia?

 

Como recordarás, la crisis política que España y sus reinos sufrieron después de la abdicación de Carlos IV y de su hijo Fernando VII, provocada por la invasión francesa a la península y por la presión de Napoleón Bonaparte, en 1808, generó diversas reacciones en el virreinato de la Nueva España.

 

En la ciudad de México, las corporaciones políticas y económicas tuvieron fuertes debates, en los que se enfrentaron diversos proyectos y objetivos políticos. Unos reivindicaban proyectos autonomistas o independentistas, otros, querían mantener a Nueva España bajo el dominio de la corona española.

 

El golpe de Estado que Gabriel de Yermo, miembro del Consulado de Comerciantes de la ciudad de México, y otros agremiados emprendieron contra el virrey José de Iturrigaray, el 15 de septiembre de 1808, por considerarlo partidario de las propuestas autonomistas anunciadas en el ayuntamiento de la ciudad de México, despertaron simpatías y antipatías entre los habitantes de la Nueva España.

 

Mientras que algunos españoles se dedicaron a levantar denuncias e iniciar procesos contra sospechosos de infidencia ante la Junta de Seguridad, otros peninsulares y criollos asumieron posturas revolucionarias e independentistas participando en reuniones secretas o cuya finalidad era discutir y resolver la manera en la que los súbditos podrían contribuir a subsanar la crisis de la monarquía española ante los embates de los ejércitos napoleónicos. Entre ellas la conspiración de Valladolid de 1809, misma que fue descubierta. De esta destaca la participación de Nicolás y Mariano Michelena, y mujeres como María del Carmen Fernández Barrera, y María Josefa de la Riva.

En 1810 en la ciudad de Querétaro, en la casa del corregidor Miguel Domínguez se llevaban a cabo reuniones disfrazadas de tertulias literarias, donde se discutía la configuración de una junta gubernativa en nombre de Fernando VII. En esas reuniones participaban de manera destacada Josefa Ortiz, los militares Ignacio Allende y Juan Aldama, y el cura de Dolores, Miguel Hidalgo y Costilla.

El levantamiento armado estaba planeado para el 29 de septiembre, día de San Miguel Arcángel, pero la conspiración fue descubierta el 13 de septiembre y la presión que ejercían los tribunales obligó al corregidor Miguel Domínguez a aprehender y catear la casa de algunos de los involucrados, como el tendero Epigmenio González. Al tiempo que se verificaban los interrogatorios, Domínguez informó a Josefa Ortiz la que   pudo dar aviso de lo ocurrido a Ignacio Pérez, este se encargó de comunicarlo a Aldama, ubicado en San Miguel, en la madrugada del 15 de septiembre.

Aldama e Ignacio Pérez cabalgaron a Dolores para dar noticia a Hidalgo y a Allende. Llegaron al curato de Dolores la madrugada del 16 de septiembre. Hidalgo llamó y reunió a los feligreses en el atrio de la iglesia, los animó a la lucha, ordenó liberar a los presos que había en la cárcel del poblado y salió de Dolores con un pequeño ejército de campesinos e indígenas para luchar.

Hidalgo vislumbraba no sólo la independencia, sino también el establecimiento de una sociedad más justa. Por ello, el 19 de octubre, en Valladolid, decretó la abolición de la esclavitud. También pensaba en una sociedad más democrática. Por eso, en Guadalajara, el 15 de diciembre de 1810, llamó a establecer un Congreso en el que estuvieran los representantes de todas las ciudades, villas y lugares, para dictar “leyes suaves y benéficas” para todos.

En un primer momento los insurgentes triunfaron en Guanajuato y llegaron hasta las cercanías de la ciudad de México. Sin embargo, las fuerzas leales a la corona derrotaron y diseminaron a los ejércitos populares en batallas como Aculco y Puente de Calderón, cerca de Guadalajara.

Poco tiempo después capturaron a los primeros jefes, sometiéndolos a juicio y fusilándolos. En Chihuahua, Allende, Aldama y Jiménez fueron fusilados por la espalda y decapitados. Abasolo fue condenado a prisión perpetua. Miguel Hidalgo fue fusilado y decapitado el 30 de julio de 1811.

La segunda etapa del movimiento insurgente fue dirigida por José María Morelos, cura de Carácuaro. En octubre de 1810 se entrevistó con Miguel Hidalgo, en el trayecto entre Charo e Indaparapeo, quien lo nombró su lugarteniente para levantar en armas el sur y tomar Acapulco.

Tras la encomienda de Hidalgo, Morelos salió de Carácuaro en dirección al sur y a la costa. De manera gradual se le unieron hacendados, rancheros, peones, indios, mestizos y mulatos. Además, contó con el apoyo militar y político de Mariano Matamoros, Hermenegildo Galeana, Sixto Verduzco, Ignacio López Rayón y José María Liceaga.

Destacó la participación de Manuela Molina, a quien se le otorgó el grado de capitana. Como ella, muchas otras mujeres formaron parte de la lucha armada, como Prisca Marquina, Josefa Martínez y Altagracia Mercado. 

A lo largo de su trayectoria insurgente, José María Morelos emprendió cinco campañas militares, entre 1810 y 1813, en las que tomó, con adecuada estrategia, de manera gradual, Chilpancingo, Tixtla, Chilapa, Taxco, Acapulco, en el actual estado nombrado de Guerrero; Cuautla, llamado de Morelos en su honor; Tehuacán, Puebla; Orizaba, Veracruz; Oaxaca, Oaxaca. Una de las principales hazañas militares de Morelos fue el romper el sitio impuesto    por los realistas en Cuautla, a los 72 días, el 2 de mayo de 1812.

José María Morelos no solo fue un hombre de armas, bajo su liderazgo se realizó la organización de un gobierno insurgente que convocó a un Congreso representativo de la Nación, que se reunió en Chilpancingo, el 14 de septiembre de 1813, donde Morelos dio a conocer Los Sentimientos de la Nación, documento que recoge su ideal político, dentro del que se establece la independencia de América, la soberanía popular y la abolición de la esclavitud.

El generalísimo Morelos fue fusilado el 22 de diciembre de 1815, en San Cristóbal, Ecatepec, México.  Con su muerte la insurgencia parecía extinguirse.

Observa la siguiente recapitulación del inicio del movimiento insurgente a través del siguiente video.

  1. Inicio de la Independencia

https://www.youtube.com/watch?v=eA8g6TLOvsU&t=31s

En 1816, después de las ejecuciones de Hidalgo y Morelos, el ejército insurgente se encontraba desmoralizado y disperso. A esta tercera etapa algunos historiadores la han llamado, de resistencia. A pesar de que se ofrecía el indulto varios jefes insurgentes lo rechazaron y continuaron en pie de lucha, entre ellos destacaron Vicente Guerrero, en el sur, y Guadalupe Victoria en Veracruz, quienes mantenían una obstinada guerra de guerrillas que causaba bajas y entorpecía al ejército realista.

Por otra parte, en el noreste de México y en la región del Bajío resistía Pedro Moreno y Rita Pérez, quienes apoyaron al patriota Xavier Mina cuando viajó a la Nueva España y emprendió una campaña exitosa de abril a noviembre de 1817, pero al igual que muchos otros fueron derrotados, capturados y fusilados acusados de traición al rey.

En 1820, Agustín de Iturbide fue designado comandante general del sur por el virrey Juan Ruiz de Apodaca, para acabar con la resistencia de Vicente Guerrero.

Vicente Guerrero, el líder de la resistencia insurgente en las regiones del sur, se dio cuenta de que había condiciones para conseguir la independencia y buscó un acercamiento con las fuerzas realistas Agustín de Iturbide, jefe de las fuerzas realistas, coincidía con la percepción de que existían condiciones para independizarse de España, como estaba ocurriendo en América del Sur, por lo que decidió intercambiar ideas y unirse con el jefe insurgente Vicente Guerrero, a quien combatía, invitándolo a emancipar,  juntos,  las tierras llamadas novohispanas.

El 24 de febrero de 1821, Iturbide reunió a sus tropas en Iguala, Guerrero, y les dio a conocer un manifiesto dirigido a toda la población de la Nueva España, y que se conoce con el nombre de Plan de Iguala, pacto que destacaba la exclusividad de la religión católica, la independencia absoluta de España, un gobierno monárquico constitucional reservado a Fernando VII o a  algún otro miembro de la casa reinante, la igualdad de derechos civiles de todos los habitantes de la Nueva España y la creación del Ejército de las Tres Garantías, bajo los postulados de: Independencia, Religión y Unión.

El virrey Juan Ruiz de Apodaca desconoció el Plan de Iguala y ordenó combatir a Iturbide, cuyas tropas aumentaron visiblemente en los meses de abril a junio, y a dominar las principales plazas y ciudades de la Nueva España. Mientras tanto, en la Ciudad de México, los oficiales de los cuerpos de órdenes, dirigidos por el teniente coronel Francisco Bucheli y los capitanes Llorente y Carballo tomaron Palacio y despojaron del mando a Apodaca, el 5 de julio de 1821.

La lucha por la independencia estaba casi ganada. El 30 de julio desembarcó en Veracruz el liberal Juan O’Donojú, quien fungía como jefe político superior y capitán general de Nueva España, en sustitución de Apodaca. El 4 de agosto, O’Donojú envió una carta a Iturbide, pidiéndole una entrevista, la cual se celebró en la villa de Córdoba, actual estado de Veracruz.

El 24 de agosto se firmaron los Tratados de Córdoba por los que se reconocía al Imperio Mexicano como soberano e independiente de España; se instauraba un gobierno monárquico constitucional moderado; se nombraba una Junta Provisional Gubernativa, la cual designaría una regencia compuesta por tres notables, quienes se encargarían del Poder Ejecutivo; se llamaba a las Cortes para promulgar la Constitución política, encargando a O’Donojú ser el interlocutor para que la ciudad capital se entregara sin derramamiento de sangre.

El 27 de septiembre de 1821 Agustín de Iturbide hizo su entrada triunfal a la ciudad de México, al frente de casi 17 mil soldados del Ejército de las Tres Garantías, o Ejército Trigarante. Al mando de una de las divisiones marchaba Vicente Guerrero. Al día siguiente se conformó una Junta Provisional Gubernativa, que promulgó el Acta Independencia del Imperio Mexicano, el 28 de septiembre de 1821, proclamándolo como una nación libre, independiente y soberana.

 


Recapitula los factores que favorecieron la consumación de la Independencia a través del siguiente video.

 

  1. Los jefes insurgentes

https://www.youtube.com/watch?v=bm3j2dvmuls

 

Cómo has constatado, el proceso por la guerra de Independencia inició en 1810 con el levantamiento del cura Hidalgo y concluyó en 1821 con el acuerdo entre realistas e insurgentes, que devino en la proclamación de la independencia de la Nueva España que pasó a llamarse Imperio Mexicano.

El ideario político de los principales dirigentes fue: la creación de un Congreso Nacional para que se creara una nación independiente y que se gobernara por ella misma sin la intervención de ninguna otra. Además de la abolición de la esclavitud e igualdad entre sus habitantes.

Las aspiraciones de Hidalgo, de Morelos, de los integrantes del Congreso de Anáhuac y de todos aquellos hombres y mujeres, que participaron en la lucha por la Independencia, se volvió una realidad, bajo la forma de una monarquía constitucional, que posteriormente cedería lugar para la conformación de un gobierno republicano, representativo, popular y federal, en 1824.

 

 

Panorama del periodo II


Aprendizaje esperado: Ordena secuencialmente hechos y procesos desde el inicio del movimiento de Independencia hasta el fin del Porfiriato. Localiza los cambios en la organización política del territorio mexicano hasta la República Restaurada.

 

Énfasis: Ubicar temporal y espacialmente del Imperio de Iturbide a la restauración de la república.

 

¿Qué vamos a aprender?

 

Continuarás con un recorrido panorámico por varias décadas del siglo XIX mexicano.

 

El propósito es: ubicarás temporal y espacialmente del Imperio de Iturbide a la restauración de la república, es decir, los límites temporales de esta sesión comprenden de 1821 a 1876.

Como recordarás México surgió a su vida independiente en septiembre de 1821, tras once largos años de lucha. Los retos que tenían que enfrentar los mexicanos de entonces eran muchos y de distintas magnitudes. Una de las primeras tareas que tuvieron que atender fue la de decidir el tipo de gobierno que adoptaría la recién creada nación.

Reflexiona al respecto. ¿Cómo se conformó políticamente el país? ¿Sabes si esta entidad siempre ha sido una República? ¿Qué dificultades crees que se tuvieron que sortear en las primeras décadas del México independiente?

En 1821, México se erigió como un Imperio y, en 1876, la República Restaurada llegó a su término e inició el periodo llamado Porfiriato; sin embargo, a lo largo de cinco décadas existieron varios tipos de gobierno: monarquía, república federal, república centralista, dictadura. La existencia de cada una de estas modalidades estuvo marcada por guerras y enfrentamientos militares que se dieron en diversas latitudes

La guerra de Independencia se dio entre 1810 y 1821. Al finalizar ésta, era necesario construir la nueva nación.

En ese sentido, entre 1821 y 1823, ya como país libre, se estableció el Primer Imperio Mexicano. Políticos e intelectuales de la época consideraron que la mejor opción de gobierno era la monarquía constitucional. Así se dio la elección de Agustín de Iturbide como emperador.

Ese experimento monárquico no duró mucho, ya que después de la abdicación de Agustín de Iturbide, se promulgó la Constitución de 1824 que estableció la República federal. Al frente de ésta quedó el primer presidente de México, Guadalupe Victoria, que gobernó de 1824 a 1828.

En 1833, apareció en la escena política un personaje que con el paso de los años provocaría debate y discusión, en virtud de las decisiones tomadas al frente del poder. Se refiere al general Antonio López de Santa Anna.

En su primera estancia a la cabeza del poder ejecutivo, gobernó bajo cierta influencia liberal, empero en su última administración, claramente devino en un dictador.

Sin embargo, los debates y disputas en torno a lo que podría ser lo mejor para el bien nacional, provocó que, en 1836, México se erigiera otra vez como República, solo que esta vez, centralista.

Entre 1835 y 1848, ocurrieron hechos en los que México se enfrentó con otros países: la Independencia de Texas y la anexión de ésta a Estados Unidos, la Guerra de los Pasteles y la guerra entre México y Estados Unidos de América. En estos años, claramente bélicos, hubo varios presidentes, entre ellos, Antonio López de Santa Anna. Cabe señalar además que, México sufrió en carne propia las consecuencias del expansionismo norteamericano, pues perdió poco más de la mitad de su territorio. Para entonces, México había regresado al federalismo.

En 1855, la Rebelión de Ayutla, de principios liberales, derrotó a la dictadura de Santa Anna. La sociedad tradicional debía transformarse para lograr cambios a nivel nacional. Entre los principios liberales que entraron en juego se encontraba la separación entre la iglesia y el Estado y la necesidad de atacar el atraso en el que los mexicanos estaban hundidos, a pesar de tres décadas de vida independiente.

En 1857 se promulgó la constitución liberal. En esta se estableció la libertad de enseñanza y de cultos, también contempló la desamortización de las propiedades, es decir, que se pusieran en venta las tierras de la Iglesia y de las comunidades indígenas a fin de hacerlas productivas.

Todo esto provocó la llamada Guerra de Reforma o de Tres Años (1858-1861) que enfrentó a liberales y conservadores. Los primeros defendían la Constitución de 1857 por sus principios reformistas; pretendían, además, construir un Estado laico y moderno; los segundos, querían mantener sus privilegios y el poder de la iglesia.

Observa el siguiente video:

  1. La revolución de Ayutla

https://www.youtube.com/watch?v=pOjKoPFALXI 

En 1861 los liberales obtuvieron el triunfo en la Revolución de Ayutla; empero, los conservadores no movieron el dedo del renglón; hicieron todo lo posible para establecer un gobierno monárquico.

De 1858 a 1872, Benito Juárez, uno de los principales representantes del liberalismo, se hizo cargo de la presidencia de México.

De 1862 a 1867 se dio la Segunda Intervención Francesa. En este contexto, de 1864 a 1867, Maximiliano de Habsburgo se convirtió en Emperador de México con el apoyo de Napoleón III y de los conservadores mexicanos.

Al mismo tiempo, en su carácter de presidente de la república, Benito Juárez encabezó al ejército liberal y combatió al Imperio de Maximiliano.

En 1867 los liberales derrotaron a los conservadores. Tras realizarle un juicio, Maximiliano fue fusilado. Así, con la victoria de Benito Juárez se consolidó la República federal vigente en la actualidad.

La última parte del periodo comprende los años de 1867 a 1876. A esta etapa se le conoce como la República Restaurada. Benito Juárez y Sebastián Lerdo de Tejada —quienes ocuparon la silla presidencial de 1867 a 1872 y, de 1872 a 1876, respectivamente— pudieron gobernar en diferentes contextos y desde sus particulares puntos de vista, con la constitución liberal de 1857.

Atiende al siguiente video:

  1. La Resistencia popular contra la invasión francesa

https://www.youtube.com/watch?v=JgRYqtThSHw

 

El enfrentamiento político fue una constante en el siglo XIX, lo cual influyó en la administración pública que se planificó e implementó de diversas maneras según el grupo predominante en el poder.

Pon atención hacia el rostro social, económico y cultural del periodo 1821-1876, con el objeto de obtener un panorama general.

De 1821 a 1876, la mayor parte de la población mexicana se dedicaba a actividades agrícolas y ganaderas, con predominio de la economía de autoconsumo. De acuerdo con estadísticas históricas, en 1820, la población se calculaba en 6,204,000 habitantes y para 1877, en 9,481,916 personas.

En 1821, el territorio nacional tenía más de 4,500,000 de kilómetros cuadrados y se prolongaba, en el norte, hasta California, Nuevo México y Texas, mientras que en el sur llegaba hasta Centroamérica. En el transcurso de las siguientes tres décadas, el país quedó reducido a menos de la mitad de su extensión original, con motivo de la separación de América Central y Texas, la guerra de 1847 y la venta de la Mesilla en 1853.

Las ciudades más importantes durante este periodo fueron: México, Puebla, Guanajuato, Guadalajara, Chihuahua, Monterrey, San Luis Potosí́, Zacatecas, Querétaro, Morelia, Oaxaca, Tuxtla, Veracruz, Campeche y Mérida, entre otras. Hubo numerosas poblaciones rurales: pueblos, haciendas y rancherías. La distribución poblacional por supuesto, era desigual.

Sobre el comercio se puede destacar que se vio afectado por la presión de los intereses comerciales extranjeros y por el contrabando. Los principales productos de exportación seguían siendo como en la etapa virreinal, los metales preciosos, especialmente la plata.

La falta de caminos y de medios de transporte terrestre eficaces obstaculizaban el intercambio de bienes y productos a nivel regional y local.

La actividad económica de abogados, sacerdotes, médicos, arquitectos e ingenieros contrastaba con la producción manufacturera a cargo de artesanos.

Durante el periodo analizado, el Estado mexicano contrajo deudas con instituciones financieras de Gran Bretaña, Estados Unidos, España y Francia. La administración de la deuda pública se convirtió en un verdadero problema tanto por el monto de réditos y capitales, como por la presión diplomática y la amenaza de una intervención armada.

Las parroquias, cofradías, partidos, ayuntamientos, gremios, asociaciones mercantiles, sociedades masónicas y comunidades indígenas, que imprimieron una dinámica corporativa a la sociedad novohispana siguieron dando forma a la del siglo XIX.

Las personas se identificaban en función de los grupos a los que pertenecían, pero también por su estatus económico y su procedencia étnica y racial.

La mayor parte de la población se integró de mestizos; al lado de ellos convivían los indígenas, criollos, europeos y afroamericanos. Los contrastes entre riqueza y pobreza, entre hacendados y peones, entre aristócratas, clases medias y léperos, eran más que evidentes. El clero secular y regular, el ejército, las milicias cívicas, los comerciantes, los terratenientes, los grupos financieros y los miembros de la clase política dominaban al resto de la sociedad.

Al igual que en el Virreinato, durante el México independiente la Iglesia católica aun ejercía un control de primer orden sobre las conciencias, la filosofía, el arte, la economía, la vida cotidiana y el poder político.

En suma, la manera en que se fue desarrollando la vida económica, social y cultural del México independiente, fue decisiva para que, en la segunda mitad del siglo XIX, los liberales cuestionaran tanto el orden de cosas general, como la preponderancia religiosa y, más aun, visualizaran y concretaran la posibilidad de transformar su entorno en una sociedad moderna y liberal, tal como se estaba dando en otras naciones.

Para conocer más sobre la vida de la población en el siglo XIX observa y escucha el siguiente video.

  1. Caminos y pueblos que voy pasando

https://youtu.be/z85C6l8tkrY

Las primeras décadas de vida independiente de México, reflejan una verdadera complejidad que queda de relieve al analizar las permanencias políticas, económicas, sociales y culturales de la tradición virreinal, de cara a los cambios de la modernidad buscada con la práctica del liberalismo.

Hubo visiones encontradas acerca de lo que tenía que ser México después de que logró independizarse de España: desde la monarquía constitucional, hasta la república federal, la república central, o la dictadura.

Si era tan complicado llegar a un acuerdo en lo político, ya te puedes imaginar que la situación en los ámbitos económico y social no era nada alentadora, sobre todo en medio de continuos trastornos militares e intervenciones extranjeras, que tuvieron lugar a lo largo y ancho del territorio mexicano desde 1821 en que se conformó el Primer Imperio Mexicano al frente de Agustín de Iturbide hasta 1876, año en que la Restauración de la República, daría paso al Porfiriato, otro periodo de nuestra historia, cuyo desarrollo se verá más adelante.

 ACTIVIDAD DE LA SEMANA

Con información de las clases APRENDE EN CASA III, elabora lo que se indica.

Trabajo: Tabla informativa

Título: Panorama del periodo

Instrucciones: Copia en tu libreta de apuntes la siguiente tabla y compleméntala con información de las clases del miércoles y viernes.

DOCUMENTO

¿CUÁNDO SE HIZO?

¿QUIÉN LO HIZÓ?

¿QUÉ INTENCIÓN TENÍA?

Abolición de la esclavitud

 

 

 

sentimientos de la Nación

 

 

 

Plan de Iguala

 

 

 

Tratados de Córdoba

 

 

 

Acta de Independencia

 

 

 

Constitución de 1824

 

 

 

Constitución de 1857

 

 

 

Leyes de Reforma

 

 

 

Puedes consultar tu libro de texto de la pág. 120 a la 123. Toma fotografías VERTICALES de tu trabajo y envíalas al correo electrónico profesorasanta379@gmail.com  Fecha límite de entrega:  sábado 30 de enero. Hora límite de entrega: 19:00 horas. 

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