LOS AÑOS FORMATIVOS DE NUEVA ESPAÑA
La evangelización en Nueva España
Para muchos pueblos de la región no resultó extraño entregar tributos a los nuevos conquistadores, pues ya lo pagaban a los integrantes de la Triple Alianza.
Ante el sometimiento español, la mayoría de los indígenas fueron obligados a renunciar tanto a la veneración de sus dioses como a la realización de ceremonias rituales, esto posiblemente les resultó más complicado, por tanto, los conquistadores emplearon prácticas violentas e incluso sangrientas.
Algunos otros pueblos, principalmente inconformes con los mexicas, decidieron aliarse con los españoles, esto implicaba la sumisión al rey de España y la aceptación del cristianismo como religión única y verdadera.
Para conocer un poco más acerca del proceso de conquista espiritual, observa el siguiente video:
Evangelización y manuscritos en lenguas indígenas
Video INAH TV
https://www.youtube.com/watch?v=nAQutfbpps4
La evangelización fue una forma de consolidar el dominio de la Corona española, a través de la tradición católica. Aunque la labor de los frailes no resultó nada fácil.
Después de que los españoles conquistaron México Tenochtitlan, Cortés solicitó al rey que enviara frailes para enseñar el cristianismo a los indígenas.
Los frailes tendrían la misión de evangelizar y erradicar las prácticas religiosas prehispánicas: franciscanos, dominicos, agustinos y más tarde, los jesuitas, fueron los religiosos que se dieron cita en la Colonia.
En 1523 llegaron a Nueva España los primeros tres frailes franciscanos. Un año más tarde, en 1524, arribaron doce más de esta misma orden. Ellos consideraban que el descubrimiento de otros pueblos era un presagio de la cercanía del fin del mundo y que, por lo mismo, la conversión al cristianismo debía llevarse a cabo con celeridad, es decir, con mucha prisa. Por ello, los franciscanos establecieron conventos y hospitales en lugares como la Ciudad de México, Puebla, Estado de México, Michoacán, Jalisco y Yucatán.
Los dominicos fueron la segunda orden en llegar a Nueva España en 1526, se ubicaron en las regiones del sur, desde Oaxaca hasta Guatemala. Estos fundaron conventos y escuelas de oficios en el Estado de México, Puebla y Oaxaca, principalmente. De gran importancia fue también la labor del dominico fray Bartolomé de las Casas, pues a través de sus obras y escritos se convirtió en el gran defensor de los indígenas ante los abusos de los conquistadores y colonizadores.
Años después, para 1533, llegaron los agustinos, ellos se establecieron en aquellas regiones no ocupadas por las otras órdenes religiosas, como el Occidente, las huastecas y el Pánuco, ahí abrieron conventos y orfanatos. Entre los agustinos más destacados, podemos mencionar a fray Alonso de la Veracruz, pues denunció la injusticia de la conquista, además de ser el fundador en Tiripitío, Michoacán, del primer Colegio de Altos Estudios en América, al que acudieron tanto españoles como indígenas.
Más tarde, en 1572, llegó la Compañía de Jesús, también conocidos como jesuitas, quienes se dedicaron a establecer colegios en muchas ciudades y un sistema de misiones en las regiones más alejadas del noroeste. Además, se consagraron a la educación de los criollos y a la enseñanza superior.
Esta sucesión de las órdenes evangelizadoras no hubiera sido posible sin la participación de los colaboradores indígenas. Para conocer más de ello, observa el siguiente video:
Los colaboradores de los frailes
Video UNAM-Históricas
https://www.youtube.com/watch?v=d_0oduIa9fg&feature=youtu.be
Sin duda, gran parte de los documentos, tanto impresos como manuscritos, hubieran sido imposibles de redactar sin el conocimiento de los hablantes nativos.
Pero, ¿cómo lograron comunicarse los frailes con los indígenas?, Pues bien, utilizaron todo tipo de recursos:
elaboraron dibujos similares a los de los códices para escribir las oraciones y enseñanzas; decoraron los techos de las capillas con diferentes escenas religiosas; aprovecharon el gusto de los indígenas por el teatro y la música para recrear pasajes religiosos en pequeñas obras de teatro, y realizaron fiestas con música y canto.
Ahora bien, es conveniente mencionar que llegaron a Nueva España dos tipos de religiosos: los que pertenecían al clero regular y los del clero secular.
El clero regular estaba constituido por las órdenes religiosas, ya mencionadas anteriormente, y obedecían directamente a Roma.
El clero secular estaba formado por los sacerdotes, obispos, párrocos, que no pertenecían a ninguna orden religiosa y se encontraban ligados a la sociedad civil.
En general, los frailes fueron personas comprometidas con la defensa del indígena, aunque también había intereses políticos y económicos en las órdenes.
Entre los frailes más destacados de este periodo podemos mencionar a fray Toribio de Benavente, mejor conocido como Motolinía, seguro recuerdas por qué lo llamaban así, pues se mencionó en la primera lectura; fray Juan de Zumárraga, primer obispo de Nueva España, y fray Bernardino de Sahagún, quien dejó uno de los más importantes testimonios de la historia, costumbres y tradiciones de los indígenas en su obra Historia General de las Cosas de Nueva España, una de cuyas versiones es conocida como el Códice Florentino, elaborado en el colegio de Santa Cruz Tlatelolco.
Cómo pudiste darte cuenta, la conversión de los indígenas al cristianismo no sólo significó que los frailes les enseñaran el catecismo y las principales creencias de la religión cristiana. El proceso de evangelización también supuso la transformación de muchas costumbres cotidianas, como fue, entre otras, la implantación del matrimonio cristiano y que los indígenas empezaran a cubrir ciertas partes de su cuerpo con ropa.
Además, durante este proceso, los frailes enseñaron a los indígenas a hablar castellano y, algunos de ellos, latín; a fabricar instrumentos musicales occidentales, a cantar en los coros de las iglesias, a participar en las fiestas de los santos, ir a misa y practicar los sacramentos.
La transformación del paisaje: ganadería y nuevos cultivos
Observa el siguiente video y pon atención a los productos traídos por los españoles y cómo impactaron en el paisaje y en la vida de las personas: El paisaje de Nueva España a mediados del siglo XVI
https://www.youtube.com/watch?v=id9DBUOL1sQ
La Conquista y la colonización de la Nueva España tuvieron varias consecuencias, la introducción de nuevos productos y la transformación del paisaje son algunas de las más importantes.
Para los pueblos prehispánicos, el cultivo del maíz era el más importante. En él empleaban técnicas tradicionales como las terrazas, el uso de la coa y el bastón plantador. El maíz era la base de su alimentación, que complementaban con la pesca; la cría y caza de algunas aves como los guajolotes, por tanto, el consumo de carne era moderado.
Además, en el México Antiguo, para transportar productos de un señorío a otro se recurría a los tamemes o cargadores, quiénes a pie y sobre sus espaldas llevaban los alimentos, objetos y ropa, porque no existían los animales de carga.
En contraste, los españoles tenían una dieta basada en el consumo de carne: principalmente cerdo, res, oveja y gallina, y no estaban dispuestos renunciar a ella. Asimismo, utilizaban animales de carga y carretas para el transporte y para el comercio. Por ello, hicieron todo lo posible por introducir esas especies en la Nueva España. Recuerda que los primeros animales traídos por los españoles fueron caballos y cerdos.
A lo largo del siglo XVI, aumenta la cría de caballos y se introducen otras especies equinas como las mulas y los burros. Con la multiplicación de animales de tiro, en los pueblos y ciudades coloniales se popularizó el uso de la carreta para el traslado de personas y mercancías. Se construyeron caminos para que estas pudieran transitar y se crearon más rutas de comercio, todo ello transformó el paisaje.
Respecto del cerdo, fue un animal muy importante porque con su crianza dará inicio a la ganadería en Nueva España. Su producción pronto fue tan numerosa que estuvo al alcance de cualquiera. Los indígenas van a aprender no solo a criarlos sino también a aprovechar todos los productos que ofrece, desde la manteca hasta su piel.
Por su parte, las vacas, cabras y ovejas se introdujeron a nueva España un poco después, pero hacia 1523 ya se registra su existencia, aunque su cría se reservó para los españoles. De los bovinos se aprovechaban carne, leche y piel; en el caso de las ovejas, también la lana. Cabe aclarar que la introducción de estas especies causó un conflicto ambiental en la población indígena, que ya de por sí enfrentaba varios problemas.
Por ejemplo, la historiadora Gisela Von Wobeser, en su texto El Virreinato de la Nueva España en el siglo XVI, habla del caso del valle del Mezquital donde la sobreexplotación de los recursos naturales deforesto la tierra fértil, hasta convertirla prácticamente en un desierto, ganados enteros se convirtieron en una plaga que devasto los pastizales y sembradíos de muchos pueblos indígenas. Por ello, las autoridades virreinales buscaron desplazar el desarrollo de la ganadería al norte del territorio de Nueva España, como una manera de evitar conflictos entre los ganaderos españoles y los agricultores indígenas. La expansión de la ganadería, la agricultura, y la minería van a fomentar el establecimiento de nuevos centros de población y el crecimiento de ciudades.
A pesar de que a los indígenas se les protegió con distintas leyes, que garantizaban seguir ocupando sus aldeas y continuar con sus cultivos tradicionales, varias comunidades originarias, a consecuencia de los excesivos tributos que tenían que pagar, fueron reubicadas; y se vieron en la necesidad de adoptar nuevos cultivos e incorporar la cría de gallinas y ganado menor, que habían aprendido de los españoles; asimismo, tuvieron que desempeñar nuevos oficios como el de arriero o pastor.
Respecto de las plantas que los españoles introdujeron a Nueva España, se mencionan a continuación.
Uno de los primeros cultivos que trajeron los europeos fue el trigo, su cereal favorito; que desde los primeros
años de la conquista se plantó en México, Puebla, Tlaxcala y Oaxaca.
La caña de azúcar fue promovida por los conquistadores, ya que de ella obtenían el azúcar y el agua ardiente, productos tan populares en la Colonia como en nuestros días. Su cultivo requería de buen clima, fertilidad de la tierra y una gran cantidad de agua, por ello, se establecieron importantes ingenios azucareros, en ciudades de Veracruz y Morelos y más tarde en Guerrero, Michoacán, Colima, Jalisco y la Huasteca. Se empezó a cultivar el olivo y el nogal de los que aprovecha prácticamente todo.
Entre las verduras que los españoles trajeron se encuentran: Nabos, zanahorias y rábanos, que fueron cultivadas en los huertos de los conventos. También, la cebolla, el ajo, la espinaca, el cilantro y el perejil, que no sólo sirven para sazonar la comida, sino que, además, las puedes disfrutar de múltiples formas, crudas, cocidas, en fin, la variedad es muy grande. Como leguminosa, las lentejas.
De las frutas taridas por los españoles se cuentan: la naranja, durazno, manzana, pera, mandarina, limón, higo y uvas. Este último, fruto con el que elaboraban vino y lo que más distingue a las uvas es, sin duda su sabor dulce o acido.
Cabe aclarar que todas estas plantas posteriormente fueron cultivadas también por los indígenas e integradas a su alimentación. Las comienzan a producir recurriendo tanto a sus técnicas ancestrales como usando las nuevas herramientas de metal, introducidas por los españoles, como arados, palas, azadones, barretas y hoces, permitió incrementar la cantidad de cosecha en un menor tiempo.
Además, los nuevos cereales, verduras y frutos también van a permitir la elaboración y consumo de otros productos como el pan, que se integrarían a la dieta cotidiana, dulces de todo tipo y platillos que actualmente son característicos de la gastronomía nacional.
Por su parte, los españoles van a adoptar varios cultivos indígenas, como el maíz, el pulque, el maguey, la grana cochinilla, un insecto que se reproduce en las pencas del nopal, del que se obtiene un colorante muy utilizado en la época; el cacao y, más tarde, el tabaco, productos que posibilitarían el establecimiento de grandes haciendas a lo largo y ancho de Nueva España.
Cómo pudiste darte cuenta, la conquista y expansión colonial no sólo significó la sumisión de los indígenas, también implicó el intercambio de plantas y animales, creación de nuevas actividades productivas, el empleo de otras técnicas y herramientas; el crecimiento de la población, la creación de nuevas ciudades y, también, problemas ambientales como la erosión de ciertas zonas. Lo anterior, sin duda transformó el paisaje. En síntesis, puedes asegurar que el paisaje que hoy nos rodea es consecuencia de estas transformaciones. Ciertos árboles, como el pirul; animales como las gallinas, y muchas plantas como las legumbres son solo una muestra de la herencia que el siglo XVI nos ha dejado; riqueza que nos hace sentir orgullosos de nuestro pasado y de lo que somos.
La transformación del paisaje: minería
Las nuevas especies vegetales y animales modificaron las actividades agrícolas y ganaderas; algunas requerían de amplios campos para su producción que, sin lugar a dudas, provocaron un cambio en la dieta, en la forma de vida de la población y, evidentemente, en el paisaje de Nueva España. Pero la actividad productiva que quizá tuvo mayor impacto en el desarrollo económico y en la transformación del paisaje en la Colonia fue la minería, específicamente la extracción de la plata.
Durante la primera mitad del siglo XVI, el oro fue el primer mineral en ser extraído de forma artesanal a través de la técnica del lavado de arenas, que consistía en recoger de los ríos una cantidad de arena y posteriormente lavarla con agua, esperando que entre los residuos se encontrara algo de oro.
En 1530 se descubrieron las primeras minas de plata de Nueva España, específicamente, en Taxco, actual territorio del estado de Guerrero. Debido a que la actividad minera demandaba de gran número de mano de obra, las poblaciones cercanas a los yacimientos comenzaron a crecer.
Asimismo, el auge económico de los mineros a causa de la alta producción de plata, contribuyó al desarrollo de las ciudades coloniales, ya que procuraron mantener en buen estado los caminos, incentivaron otras actividades económicas y construyeron grandes templos.
Así, el impacto de la minería se evidenció en el paisaje.
Por otra parte, los descubrimientos orográficos e innovaciones técnicas a mediados del siglo XVI alentaron a los aventureros a continuar la exploración del territorio novohispano hacia el norte. Esta búsqueda tuvo frutos en 1543 al descubrirse ricos yacimientos mineros en Zacatecas, que en corto plazo la convirtieron en una de las ciudades más importantes de Nueva España.
No obstante, el riesgo de explorar nuevos territorios era muy alto, pues se trataban de tierras en las que habitaban pueblos Chichimecas que con frecuencia amenazaban los intereses de los exploradores.
El encuentro entre exploradores mineros y chichimecas, generalmente, era de enfrentamiento armado, y finalmente el sometimiento de los pobladores indígenas a causa de la ventaja en armamento de los españoles.
Para incrementar la seguridad de los transeúntes del Camino Real de Tierra Adentro, también llamado “Camino de la Plata”, se impulsó la construcción de presidios a sus alrededores. Este resguardo al Camino de la Plata facilitó la expansión hacia el norte de Nueva España. Que abarcó hasta el actual territorio de los Estados Unidos e iniciaba, como saben, en la Ciudad de México. Cabe destacar que durante los siglos XVII y XVIII, el camino de la plata fungió como el único autorizado para trasladar el mineral y mercancías obtenidas de su explotación.
Además, esta ruta se convertiría en el gran corredor comercial. De esta forma, los comerciantes y los productos transportados por este camino, de origen diverso, abonarían en general al mestizaje colonial y a incrementar la riqueza y diversidad cultural del país.
Se puede sintetizar que la minería fue esencial para el crecimiento de las ciudades, la diversificación de actividades y la construcción de templos y caminos, y esto transformó radicalmente el paisaje de Nueva España.
Para ahondar más en estos temas, observa el siguiente video del minuto 15:00 al 19:00 que habla acerca de la fundación de Zacatecas a consecuencia de los descubrimientos de yacimientos mineros y lo que ello implicó.
Así, además de Zacatecas se fundaron Guanajuato, San Luis Potosí, el reino llamado “Nueva Galicia”, actual territorio de Jalisco, Nayarit, y Aguascalientes.
Cabe destacar que la técnica de extracción de plata denominada “beneficio de patio”, implementada por Bartolomé de Medina en Pachuca, a partir de la segunda mitad del siglo XVI, que consistía en usar azogue y mercurio, contribuyó a extraer mayor cantidad del metal y lograr desprender con rapidez la plata de las rocas. Este método estuvo en auge hasta mediados del siglo XIX en Nueva España.
El Virreinato en Nueva España
https://www.youtube.com/watch?v=6sfie6jijoI
¿Por qué la plata se convirtió en el mineral más importante para Nueva España? El antecedente de la minería es la explotación de los placeres auríferos con la técnica de bateo. Es decir, la búsqueda de oro principalmente en los ríos. De los cuales, se tomaba arena, se enjuagaba y se colaba esperando descubrir pepitas de este preciado metal.
La mano de obra empleada en estas tareas fue básicamente la de esclavos e indios encomendados. Se sabe que los esclavos eran capturados en África y posteriormente se enviaban en barco hasta el puerto de Veracruz. De ahí, los distribuían a los diversos lugares de Nueva España. Recuerda que algunos esclavos fueron seleccionados para servir en la casa de sus amos españoles.
Respecto de los “indios de encomienda”, como saben eran integrantes de un señorío adjudicado a un español, quien les protegía, educaba y evangelizaba. A cambio, debían pagar tributo en especie o en mano de obra. Se afirma que el trabajo desarrollado era cercano a la esclavitud, porque cubrían largas jornadas y les proveían poco alimento.
AQUI TE DEJO LAS INSTRUCCIONES PARA LA ACTIVIDAD PARA ESTA SEMANA
Trabajo: Infografía
Título: Los años formativos de Nueva España.
Instrucciones: En una hoja tamaño carta, elabora una infografía que represente (con imágenes e información breve) los cambios impuestos por los españoles en Nueva España, estableciendo ejemplos concretos de innovaciones en los siguientes aspectos, así como transformaciones en el paisaje, derivadas de ellas:
- Religión
- Agricultura y ganadería
- Minería
Fecha límite de entrega: sábado 10 de octubre.
Hora límite de entrega: 19:00 horas.
ACTICIDAD PARA EL BLOG
¿Crees que los cambios impuestos por los españoles nos favorecieron o nos perjudicaron? Argumenta tu respuesta.