PROTAGONISTAS DE LA INDEPENDENCIA

 

Resistencia de la lucha independentista



Aprendizaje esperado: Explica el proceso de Independencia y la influencia del liberalismo.

Énfasis: Explicar las campañas de Morelos y la influencia del pensamiento liberal en la Constitución de Apatzingán.

¿Qué vamos aprender?

En esta sesión revisarás las campañas militares llevadas a cabo por José María Morelos y Pavón durante la lucha de independencia, así como algunos hechos relevantes alrededor de su lucha armada, y su ideología.

Comienza por recordar brevemente que los temas abordados en la sesión pasada se relacionan con las ideas liberales adoptadas por la población ilustrada de Nueva España, que inspiraron el proceso de independencia.

Por ello, debes tener claro que los principios liberales, tales como el reconocimiento de la ciudadanía, la igualdad y la libertad, se plasmaron en la Constitución de Cádiz, sin embargo, dicha constitución no reconocía la igualdad, libertad, ciudadanía. ni derecho alguno a las personas afrodescendientes o esclavas.

Pero, ¿qué sucedió en Nueva España luego de que los iniciadores de la independencia fueran derrotados y fusilados? La respuesta es interesante, y será parte del propósito de la sesión, pues después de la primera etapa de la guerra de independencia, es decir, luego de que Miguel Hidalgo, Juan Aldama, Mariano Jiménez e Ignacio Allende fueran fusilados en 1811, el movimiento no perdió fuerza y fue encabezado por José María Morelos y Pavón, quien además le daría certidumbre ideológica al movimiento e imprimiría mayor organización al ejército insurgente.

Se puede relacionar algunas experiencias en la vida temprana de Morelos con las estrategias y concepciones que delinearon la lucha de independencia, por ejemplo:

1. Conocer la geografía de la región. Debido a que fue arriero, tuvo que recorrer a pie las rutas del país, por lo que seguramente conocía atajos, escondites y refugios naturales que le auxiliarían durante la guerra de independencia.

2. El oficio de arriero le permitió conocer mucha gente de diversos oficios, posiblemente desde arrieros hasta campesinos, pero también conocer a familias privilegiadas que vivían en las más suntuosas casas. Escuchar historias de estas personas, le permitió tomar conciencia de la desigualdad social imperante en Nueva España. Por ello, el autor afirma que: “la geografía física que Morelos conocía, se transformaría en geografía social”.

Como bien recordarás, entre las causas que inspiraron el movimiento de independencia en Nueva España se encuentra el enraizamiento de las ideas liberales en la mayoría de la población criolla.

La lucha iniciada por Miguel Hidalgo había sembrado un espíritu libertador que sería imposible apagar, a pesar de su muerte y de otros insurgentes.

Entre quienes continuarían la lucha, con mayor proyección ideológica y organización militar, destaca José María Morelos y Pavón, éste llegaría a plasmar en la Constitución de Apatzingán las ideas de libertad, igualdad y soberanía tan ansiadas por los novohispanos.

Pero ¿cómo fue posible que Morelos llevará a cabo tan difícil empresa? Morelos, con un ejército más disciplinado y mejor organizado, inicia sus campañas militares por la zona sur de Nueva España.

La primera campaña sucedió de octubre de 1810 hasta agosto de 1811.

En esta primera expedición, de acuerdo con información del Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de México, INEHRM, Morelos sale de Carácuaro, Michoacán, acompañado de 25 hombres armados con palos, machetes y algunos fusiles.

Esta campaña tuvo como resultados que el ejército, comandado por Morelos, lograra capturar Chilpancingo, en el ahora estado de Guerrero, y también sitiar el puerto de Acapulco, con la intención de romper el flujo de comercio y las comunicaciones sostenidas con España.

De acuerdo con el especialista Andrés del Castillo “[...] allá por 1811, Morelos, al reconocer la imposibilidad de tomar por completo el puerto de Acapulco, antes de partir y dejar el sitio en manos de Julián de Ávila, dirigió las siguientes palabras a los realistas que resistían en el Fuerte de San Diego: europeos que estáis en ese castillo, vosotros sois cuatro y estáis queriendo resistir una nación entera levantada en masa que reclama sus derechos de gobernar por falta de monarca”.

“[…] el sitio de Acapulco sería tan férreo que las batallas en aquel puerto no terminarían hasta años después, fecha en que los realistas se rindieron”.

Cabe destacar que, en esta primera campaña, se unieron a Morelos insurgentes como Vicente Guerrero, los hermanos Víctor, Miguel y Máximo Bravo; y los hermanos Juan Pablo y Hermenegildo Galeana, a quien el Generalísimo consideraba “su brazo izquierdo”.

Sin duda, el ejército insurgente mostró determinación y paciencia durante el sitio, pues sabían que se trataba de un punto estratégico para la lucha, capturar el puerto no solo impediría la comunicación entre España y Nueva España, también implicaba que el comercio, los víveres, medicinas y demás insumos escasearan, por lo que su dominio era esencial.

La segunda campaña de Morelos comienza en noviembre de 1811 y termina en mayo de 1812, en donde su objetivo consistiría en tomar la capital de Nueva España, por lo que sus recorridos se acercaban al centro del país, fue en Izúcar, municipio de Puebla, donde conoció al cura Mariano Matamoros.

De acuerdo con la autora Silvia Molina, Matamoros ordenaría y uniformaría al ejército insurgente, dotándolo de mayor disciplina. Así, la intervención de este cura sería tan importante para la causa del generalísimo que lo consideraría “su brazo derecho”.

Durante esta campaña, conviene tener presente que Morelos dividió a su ejército en tres partes. Una, donde él estaba al mando, con la que atacó la ciudad de Cuautla; sin embargo, sufrió un importante sitio de 72 días a manos del general realista Félix María Calleja, del que finalmente Morelos lograría escapar.

La tercera campaña, tuvo lugar de 1812 a 1813. En donde destaca la participación de Guadalupe Victoria.

En esta campaña logró tomar Oaxaca, que, en sintonía con Silvia Molina, sería un fuerte golpe para los realistas, pues los insurgentes pudieron obtener dinero y armas de esta ciudad.

En Acapulco comienza la cuarta campaña de Morelos.

Durante de la segunda y tercera campaña, Morelos había dejado a cargo del sitio de Acapulco a Julián de Ávila, sin embargo, durante ese tiempo, los realistas apostados en el fuerte de San Diego lograron resistir el sitio de los insurgentes. Cuando Morelos regresó a la ciudad de Acapulco, ésta se encontraba muy deteriorada.

Morelos retoma personalmente el sitio de Acapulco, con ello da inicio la cuarta campaña.

El insurgente José María envió cartas a Pedro Antonio Vélez, líder realista, solicitando su rendición, pero este se negó.

Así que los insurgentes se dispusieron a tomar la isla de la Roqueta, que era el lugar donde los realistas se suministraban de madera y agua, además ahí era donde refugiaban a sus enfermos.

Ante tal situación, aunada al hambre, enfermedades y la deserción de una parte del ejército español, a Vélez no le quedó otra opción que negociar los términos de su rendición ante Morelos, por lo que el día 20 de agosto de 1813, el puerto les fue entregado totalmente a los insurgentes.

Andrés del Castillo escribe que después de tomar posesión del puerto, Morelos espetó las siguientes palabras: “Viva España hermana, no dominadora de América”.

Con esta acción Morelos había cumplido con las órdenes de su difunto mentor, Miguel Hidalgo, quien años atrás le había encomendado tomar tan importante puerto.

Con los ánimos y la confianza arriba, el ejército insurgente se dispuso a marchar a Valladolid (hoy Morelia), según Silvia Molina, acompañado de seis mil hombres dispuestos a enfrentarse a mil del ejército realista que supuestamente los esperaban en Valladolid; sin embargo, un sorpresivo envío de refuerzos al ejército realista, colocó en un serio problema a Morelos, quien tuvo que huir y buscar refugio en las cercanías.

Este hecho le costaría demasiado, pues en la huida, un hombre tan importante para su causa como Mariano Matamoros sería capturado y posteriormente fusilado en febrero de 1814. Poco tiempo después, en junio de ese mismo año, murió en combate Hermenegildo Galeana.

Recuerdas que Morelos consideraba a Matamoros y Galeana como sus manos derecha e izquierda, según Ireneo Paz, en su libro: Leyendas históricas de la Independencia: Leyenda cuarta: Morelos, el generalísimo “se soltó llorando como un chiquillo y se le oyó exclamar ‘He perdido mis dos brazos: ¡ya no soy nada!’”.

Así terminaría esta cuarta campaña, más no la lucha, que ahora se llevaría a cabo, también desde el plano político y jurídico.

Pero para comenzar con ese tema, observa el siguiente video, presta atención a la descripción de sus cuatro campañas y especialmente a las acciones políticas y jurídicas que Morelos e Ignacio López Rayón llevaron a cabo a fin de establecer las bases y principios ideológicos de la lucha insurgente.

  • El ejército de Morelos

https://www.youtube.com/watch?v=DWO5TF0G9fM

¿Te diste cuenta de la importancia que tuvieron los Sentimientos de la Nación y la Constitución de Apatzingán para la lucha insurgente?

Toda lucha necesita una causa legítima. Por ello, Morelos planteaba política e ideológicamente la formación de

una nación libre y soberana. Para materializar lo anterior, Morelos convocó a un Congreso en Chilpancingo en 1813 con la intención de plasmar estos principios. Así, el catorce de septiembre, Morelos promulgó el documento llamado Sentimientos de la Nación, texto ideológico, que establecía algunos principios, entre los que puedes destacar: La libertad de América, el monopolio del catolicismo, la soberanía popular depositada en tres poderes, la exclusiva concesión de empleos públicos a ‘americanos’ y la abolición de la esclavitud y de la tortura.

Otro de los documentos que el Congreso de Chilpancingo generaría sería el Acta Solemne de la Declaración de la Independencia de la América Septentrional, en este se establece la soberanía de la nación mexicana el 6 de noviembre de 1813.

Mientras tanto, en Europa, en 1814 tras la derrota de Francia, Fernando VII retornaría al trono de España y en aras de conservar sus privilegios, desconoció la Constitución de Cádiz, eliminando de un plumazo todos los derechos que se reconocían en ella.

Este hecho repercutiría en Nueva España, puesto que las batallas se recrudecieron, además de que la reinstauración de la monarquía absoluta y la derogación de la Constitución de Cádiz, ocasionaron perseguir y condenar con mayor vehemencia a Morelos y sus postulados liberales.

Por tal motivo, el Congreso de Chilpancingo tuvo que trasladarse de un lugar a otro, para evitar que sus congresistas fueran capturados. Se estableció en Apatzingán y en la sesión del 22 de octubre de 1814 se promulgó el Decreto Constitucional para la Libertad de la América Mexicana, también llamada Constitución de Apatzingán, en referencia al lugar de su promulgación.

De sus 242 artículos destacan los siguientes:

  • Que la soberanía constituye la facultad de dictar leyes y establecer a forma de gobierno que más convenga a los intereses de la sociedad.
  • El Estado sirve a los intereses y bienestar de los ciudadanos.
  • La soberanía reside principalmente en el pueblo.
  • La división del poder en tres esferas; Judicial, Ejecutivo y Legislativo y en ningún caso ninguna persona debería ostentar los tres poderes.
  • Son ciudadanos todos los nacidos en América.
  • La igualdad, seguridad, propiedad y libertad son elementos esenciales de la felicidad.
  • La libertad de expresión.
  • La felicidad del pueblo y de cada uno de los ciudadanos consiste en el goce de la igualdad, seguridad, propiedad y libertad.

Aunque la Constitución estaba llena de preceptos liberales, había otros que no estaban tan apegados a esta ideología, pues impedía la libertad de culto, limitando a la religión católica como la única permitida, so riesgo de perder la ciudadanía por herejía, tal como lo establecía el artículo 15 de aquella constitución.

La Constitución de Apatzingán generó fuertes críticas en los sectores más conservadores, pues en ella se eliminó la sumisión de la nación a Fernando VII,  y se depositó en el pueblo, lo que  fue considerado por el Santo Oficio como “un abominable código” de influencias “nefastas”, conforme al análisis del académico  Guillermo Floris Margadant.

Por supuesto, no solo Morelos participó en la elaboración de esta Constitución, también otros ilustres personajes ayudaron en su redacción, como: Andrés Quintana Roo e Ignacio López Rayón.

“El rayo del sur”, como también se le conocía a Morelos fue capturado el día 5 de noviembre de 1815, en Temalaca, Guerrero. Sería trasladado a la capital, juzgado sumariamente, excomulgado y posteriormente fusilado el 22 de diciembre de ese mismo año en Ecatepec.

Con su muerte, también culminó la segunda fase de la independencia, dando paso a que otros líderes tomaran y culminaran la tarea iniciada por Hidalgo y dignamente continuada por Morelos. 

Organizar y liderar un ejército no es nada fácil, los peligros a que se exponían eran demasiados, por ello, la estrategia y fortalecimiento que se implementó en esta fase es muy importante. Tan es así que, según diversas fuentes, Napoleón Bonaparte habría expresado: “Si tuviera cinco hombres como Morelos, conquistaría el mundo”.

Es indudable que la fiel convicción en los ideales defendidos por los insurgentes los llevó a realizar grandes hazañas.

Las aportaciones políticas e ideológicas de Morelos en favor de la construcción de la nación, planteadas tanto en Sentimientos de la nación, donde esbozaría la libertad, la soberanía y la igualdad; como en la Constitución de Apatzingán, donde transformaría estos principios en derechos jurídicos, y desconocería la monarquía de Fernando VII reivindicando que la soberanía reside en el pueblo.

 

La consumación de la Independencia



Aprendizaje esperado: Explica el proceso de Independencia y la influencia del liberalismo.

Énfasis: Explicar la guerra de guerrillas, la expedición de Mina y el Plan de Iguala para la consumación de la Independencia.

¿Qué vamos aprender?

En esta sesión continuarás analizando el proceso de independencia de Nueva España y la influencia del liberalismo europeo. En concreto, te centrarás en lo que ocurrió en las últimas etapas del movimiento de independencia y sus principales protagonistas.

El punto de partida será la situación posterior a la muerte de Morelos en Nueva España. A partir de ese hecho, la lucha insurgente se mantuvo, pero se transformó en una guerra de guerrillas que se extendió a varias regiones del país.

A lo largo de la sesión aprenderás en qué consistió esta guerra de guerrillas, qué medidas tomaron las autoridades realistas para acabar con los rebeldes y quiénes fueron algunos de los líderes insurgentes más destacados que lograron mantener viva la lucha.

Además, abordarás cuál fue la importancia de la expedición de Francisco Xavier Mina y cuál fue la reacción de los novohispanos ante la restauración de la Constitución de Cádiz en España.

Para concluir sabrás cómo se llevó a cabo la alianza entre realistas e insurgentes, cuál fue el contenido del Plan de Iguala proclamado por Agustín de Iturbide y cómo se logró terminar con la guerra.

Para dar paso a los temas de esta sesión, observa y escucha el siguiente video introductorio.

  1. Los jefes insurgentes

https://youtu.be/bm3j2dvmuls

Acabas de conocer el panorama general de lo que sucedió tras la muerte de Morelos. Ahora conocerás con mayor detalle sobre los hechos y personajes más destacados de las últimas etapas del proceso de independencia

A partir de 1816 el ejército insurgente no contaba con un líder capaz de mantener unidos a los rebeldes. La insurgencia estaba muy afectada por los intensos ataques del ejército realista el año anterior, por lo que su magnitud y fuerza disminuyeron de manera notable.

En este contexto, Juan Ruiz de Apodaca sustituyó a Félix María Calleja como virrey de Nueva España, lo que marcó un cambio en la estrategia para acabar con la insurrección.

Mientras que Calleja se había dedicado a perseguir con tenacidad y de manera violenta a los insurgentes, el nuevo virrey adoptó una política conciliadora. Juan Ruiz de Apodaca dio a conocer un programa de amnistía, mediante el cual concedió el indulto o perdón a miles de personas que habían tomado las armas, combatieron en contra del ejército realista y se rebelaron en contra del dominio español.

La mayoría de estas personas estaban desanimadas y cansadas de la guerra y la persecución. Por ello, aceptaron el ofrecimiento de reincorporarse a la sociedad sin recibir un castigo. Entre ellas se encontraban Carlos María de Bustamante, José María Cos, Leona Vicario y su esposo Andrés Quintana Roo, quienes se habían sumado al movimiento independentista desde sus primeros años.

Por el contrario, personajes como Guadalupe Victoria y Vicente Guerrero rechazaron el indulto y continuaron la lucha en reducidos focos de resistencia mediante una nueva estrategia de combate, conocida como guerra de guerrillas.

El primero fue líder de un grupo que actuó en Veracruz y el segundo se movió por Tierra Caliente y su costa, abarcando los actuales estados de Colima, Michoacán y Guerrero.

Las guerrillas insurgentes actuaban de manera local y se dispersaron para continuar la lucha. No tenía posibilidades de triunfar ante el ejército realista, pero su carácter escurridizo impidió que las atraparan.

En esta etapa los insurgentes se refugiaron en áreas rurales y semiurbanas, así como en regiones montañosas en donde los realistas no tenían presencia, pues estaban ocupados en defender las villas y ciudades más importantes.

En 1817 la lucha insurgente recibió el apoyo de Xavier Mina, un liberal español que defendía los principios de la Constitución de Cádiz. Mina vino a Nueva España con el propósito de apoyar la Independencia de México y combatir la tiranía del rey Fernando VII.

Se unió a las fuerzas del insurgente Pedro Moreno y aunque su participación fue breve, de finales de abril a principios de noviembre, se considera que contribuyó a revitalizar la lucha por la independencia. Fue derrotado, apresado y fusilado a los pocos meses de su llegada al territorio novohispano.

Al comenzar 1818 daba la impresión de que el gobierno virreinal había logrado sofocar la rebelión. Los focos de resistencia insurgente eran cada vez más reducidos y la paz regresaba a muchas de las villas y ciudades que habían visto afectada su vida por la guerra.

Sin embargo, el virrey continuó haciendo esfuerzos por lograr que aquellos líderes que se mantenían luchando aceptaran deponer las armas. En 1819 envío al padre de Vicente Guerrero a ofrecerle el indulto.

En el texto Discursos patrióticos del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM se relata este acontecimiento:

“El virrey Juan Ruiz de Apodaca envío a Pedro Guerrero, padre de Vicente, a persuadir al caudillo de que depusiera las armas a cambio de conservarle el grado de general y de una fuerte cantidad de dinero.

El padre pidió al hijo, hincado y abrazándole las rodillas, que aceptara las ofertas del virrey; pero Guerrero llamó a sus soldados y les dijo: ‘Compañeros este anciano respetable, es mi padre; viene a ofrecerme empleos y recompensas en nombre de los españoles. Yo he respetado siempre a mi padre; pero mi patria es primero’”.

Guerrero no sólo rechazó la oferta, sino que realizó esfuerzos por acercarse a algunos de los jefes realistas para proponerles unirse a la causa insurgente. De este modo pensaba que era posible poner fin a la guerra y concretar la anhelada independencia.

En mayo de 1820, un hecho inesperado cambió radicalmente la situación de España, pues el rey Fernando VII fue obligado por los liberales a jurar la Constitución de Cádiz que había sido promulgada en 1812. Esto significó que volverían a ser vigentes los derechos sobre la participación del pueblo en el gobierno y la libertad de imprenta.

El restablecimiento de los principios igualitarios que planteaba la Constitución de Cádiz en Nueva España provocó temor entre las élites. Por ello, se dieron a la tarea de revisar los motivos de la guerra y considerar el impacto que las ideas liberales podrían tener en su vida y en el destino de los novohispanos.

¿Qué consecuencias tuvo este suceso en la guerra? ¿Quiénes participaron en la consumación de la independencia?

Observa el siguiente video en el que se destaca el papel que las mujeres tuvieron en el proceso de independencia

  1. Las mujeres de la independencia

https://youtu.be/KcaZxRtob_s?t=6

Este último video destaca que en la guerra también participaron mujeres de diversos orígenes y grupos sociales que junto a los hombres lucharon por la libertad y la independencia.

Del lado del ejército realista cobró relevancia Agustín de Iturbide, un militar reconocido por sus victorias sobre los insurgentes, pero que había sido obligado a retirarse en 1816 al ser acusado de corrupción.

En noviembre de 1820 asumió el cargo de comandante general del sur y comenzó a comunicarse por cartas con Vicente Guerrero, exhortándole a deponer las armas y a aceptar un indulto. Guerrero, por su lado, invitó a Iturbide a sumarse a la lucha por la independencia y le ofreció ponerse bajo sus órdenes, si aceptaba. Tal y como refiere la lectura.

Guerrero e Iturbide llegaron a un acuerdo y se entrevistaron en Acatempan para sellar el pacto de unión de insurgentes y realistas con el fin de consumar la independencia.

El 24 de febrero de 1821, Iturbide reunió a sus tropas en Iguala, donde leyó un manifiesto dirigido a toda la población de Nueva España conocido como Plan de Iguala, en el que declaró:

  • La necesidad de la independencia y la emancipación absoluta de España y de cualquier otra nación.
  • La integración de un Ejército llamado de las Tres Garantías, que simbolizaban: la Religión católica como única, la Independencia de los españoles y la Unión de todos los americanos que vivían en la Nueva España.
  • La instauración de una monarquía moderada y su gobernante, el rey de España u otra persona de la casa reinante.
  • El respeto a las propiedades de todas las personas, españoles, americanos y del clero.

Después, Iturbide aceptó el nombramiento de “Primer Jefe del Ejército Trigarante”.

Poco después, Iturbide se enteró de la llegada de Juan O’Donojú quien venía a sustituir al virrey Apodaca. Partió a su encuentro y se entrevistó con él en Córdoba, Veracruz, en donde firmaron los tratados en los que se ratificó el Plan de Iguala: Nueva España sería una nación soberana e independiente gobernada por una monarquía constitucional.

El 27 de septiembre de 1821 el ejército Trigarante entró a la ciudad de México ante el entusiasmo de sus habitantes. Al día siguiente se reunió una Junta Provisional Gubernativa para elegir una regencia que sería encabezada por Agustín de Iturbide y redactar el acta de Independencia del Imperio Mexicano.

Después de once años de una guerra violenta, se consumó la Independencia.

Cabe destacar que el proyecto social de Miguel Hidalgo y los esfuerzos legislativos de Morelos no se reflejó en el proyecto de Iturbide y los insurgentes ocuparon un lugar secundario en los sucesos de 1821.

¿Quién habría imaginado que la declaración de Independencia sería concretada por un antiguo miembro del ejército realista?

Lo cierto es que la población entera recibió con júbilo la paz y la declaración de independencia.

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